•    Blast auricular.
  •   Lesiones otológicas por rayo.
  •   Lesiones del oído por radiaciones ionizantes.

 

 

    BLAST AURICULAR.

   Las lesiones producidas en el oído por efecto de una explosión se enmarcan dentro del síndrome de onda explosiva, síndrome por explosión o blast injury (término anglosajón con el que se denominan estos accidentes). Este síndrome agrupa el conjunto de lesiones corporales producidas por el efecto expansivo de una explosión.

   En este síndrome el oído medio y el interno sufren una barotraumatismo que se denomina blast auricular. El oído es el órgano más sensible al efecto de la onda expansiva.

   Cave preguntarse en qué se diferencian los cambios de presión que pueden presentarse como causa etiológica de daño para el oído. Se diferencian en la proporción del estímulo, fundamentalmente en sus dos magnitudes más importantes: presión y velocidad. En el blast la onda expansiva se caracteriza por una gran presión y una gran velocidad; en la detonación productora del trauma sonoro agudo se caracteriza por una menor intensidad y las ondas de presión sonoras son en forma de impulsos repetidos; y los ruidos continuos productores de sordera profesional se caracterizan por una menor intensidad y la persistencia del estímulo en el tiempo.

   Existe una causa etilógica que produce exclusivamente blast auricular por aplicación directa de una onda de presión sobre el oído, tal es el caso de la bofetada en el oído o el impacto directo sobre el oído de objetos como balonazos, bolas de nieve, etc.

 

    Fisiopatología.

   Hasta la segunda guerra mundial no se establecieron los fundamentos científicos y fisiopatológicos del blast auricular. Este tipo de traumatismos son propios de accidentes militares, terroristas y pirotécnicos.

La explosión que genera la onda expansiva se produce cuando un sólido o líquido pasa al estado gaseosos en un período muy pequeño de tiempo, dando lugar a una onda de choque que se transmite radialmente en todas las direcciones.

   La explosión produce un movimiento de la masa de aire formando una onda de choque con presión positiva que se desplaza a la velocidad del sonido y a la que sigue una onda de presión negativa o de succión. La presión de la onda de choque se mide en unidades de presión: psi, bar, etc., considerándose letal a partir de los 30 psi.

 

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