Si bien la fisiología de la deglución se expone con la fisiología del esófago, recordaremos que la deglución es una función neuromuscular compleja que consta en cuatro fases o etapas diferentes: oral preparatoria, oral propulsiva, faríngea y esofágica. Por tanto en la deglución intervienen diversas estructuras anatómicas como son, la cavidad oral, la faringe, la laringe y el esófago.

   Las dos primeras etapas se encuentran bajo control cortical voluntario, mientras que las dos últimas son involuntarias y se encuentran bajo control automático reflejo.

   La fase preparatoria oral de la deglución adecua el alimento para se trague. Al finalizar esta fase, la lengua forma un bolo de comida y lo mantiene en el suelo de la boca o contra el paladar duro como preparación del comienzo de la fase oral de la deglución. La fase oral de la deglución tiene como fin trasladar el alimento de la parte anterior de la boca a la faringe.

   La fase faríngea de la deglución es la más importante para el ORL porque en ella tiene lugar la protección de la vía aérea y el paso del alimento al esófago, a la vez que la laringe con sus mecanismo de cierre portege las vías respiratorias de la entrada de alimentos. Está controlada neurológicamente por la formación reticular junto al centro respiratorio. Existe una coordinación entre el centro de la deglución y de la respiración. Durante esta fase la respiración cesa durante una fracción de segundos antes.

   En esta fase de la deglución el cierre de la laringe requiere de la actuación de tres esfínteres laríngeos: epiglotis, repliegues aritenoepiglóticos y bandas ventriculares, junto con la inclinación anterior del CA y por ultimo de las CV.

   Para que se produzca el cierre del esfínter laríngeo la laringe realiza estos movimientos durante la deglución:

   1. Elevación de la laringe hacia el hioides, aproximando el conjunto laringe-hioides hacia la mandíbula. Con este movimiento ya la epiglotis se rebate hacia atrás.

   2. Basculación o inclinación de los aritenoides hacia abajo, hacia delante y hacia dentro, cierre de la glotis y retracción del vestíbulo.

   3. Apertura del ángulo anterior crico-tiroideo, lo que permite a los aritenoides inclinarse aún más hacia delante.

   4.  Profusión hacia atrás del tubérculo epiglótico, producido por la aproximación tiro-hioidea y por la compresión del tejido adiposo hio-tiroideo. Cierre de las CV y aproximación de las bandas y repliegues aritenoepigloticos hacia el eje laringeo para obliterar la cavidad vestibular laríngea. Este mecanismo funciona sincrónicamente con la deglución. 

   5. Basculación hacia abajo del borde libre de la epiglotis por compresión del bolo alimenticio. La epiglotis es comprimida sobre los aritenoides por la acción del constrictor inferior de la faringe que cierra el ángulo diedro del CT y empuja los pliegues vestibulares el uno contra el otro todavía más.

   No obstante, hay individuos que excepcionalmente presentan una modalidad de deglución diferente, que les permite un debito líquido más elevado: la laringe se mantiene en posición baja, mientras que la epiglotis permanece derecha sin rebatirse sobre la laringe como lo hace normalmente.

   Una vez que ha sido deglutido el bolo alimenticio la vía aérea se abre para que la respiración continúe. La persistencia de residuos alimenticios en la valléculas tras la deglución es un síntoma de reducción de la movilidad de la base de la lengua.

   La fase esofágica de la deglución comienza cuando el bolo pasa a través del esfínter esofágico superior. El tercio superior del esófago está constituido por musculatura voluntaria e involuntaria, mientras que el tercio inferior esta compuesto sólo por musculatura involuntaria. El esfínter esofágico inferior actúa como una válvula muscular que se abre para permitir el paso del bolo alimenticio al estómago.

 

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