Hasta 1967 la mayoría de los cirujanos se adhirieron con bastante rigidez a los preceptos del vaciamiento radical convencional, pero a partir de entonces optaron como otra alternativa aceptable otros tipos de vaciamientos cervicales radicales más conservadores.

   El vaciamiento radical recibe el adjetivo de modificado cuando se realizan modificaciones a la técnica habitual que consisten en la conservación de uno o más de los elementos anatómicos no linfáticos que son extirpados en el VCR clásico, a la vez que se extirpan las mismas estructuras linfáticas y en los mismos niveles que en el VCR clásico.

   Attie, en 1971, fue el primero en realizar este tipo de operación de manera programada y sistemática. Gavilán (1972) y Lingeman (1977) la efectuaron después. Jesse (1978) sólo practicó la resección del ECM cuando estaba invadido. Rodríguez Adrados dio el nombre de vaciamiento radical modificado a la técnica de vaciamiento radical con preservación del ECM y resección de la vena yugular interna.

   A finales de la década de los 80, Jesús Medina clasifica los vaciamientos radicales modificados, agrupándolos en 3 grupos:

 

   - Tipo I, es un vaciamiento radical tradicional con preservación del nervio espinal, que puede realizarse cuando el grupo espinal no está afectado. La preservación del nervio accesorio reduce significativamente la morbilidad de la disección del cuello. Por lo tanto, si no hay compromiso del nervio accesorio espinal, puede preservarse aún en pacientes con ganglios metastásicos palpables, ya que la invasión metastásica del nervio accesorio es rara y su preservación no afecta a la recurrencia local de la enfermedad o la supervivencia del paciente.

   Los hallazgos anatómicos recientes han demostrado que, funcionalmente, la parte descendente más importante del trapecio está inervada por una sola rama fina que nace en el nervio accesorio espinal, en el triángulo posterior del cuello. La preservación de esta rama puede ayudar a evitar mayor morbilidad en pacientes sometidos a VCR modificado tipo I. La conservación del nervio accesorio no atenta contra el tratamiento óptimo de la enfermedad ganglionar pero si se desea mayor seguridad, puede sacrificarse.

   La disfunción del nervio accesorio espinal puede ocurrir aún después de una disección selectiva y en tal caso suele atribuirse al estiramiento del nervio por la retracción durante la extirpación de los ganglios del nivel IIb, acompañado o no de isquemia.

                                                 

   - Tipo II, es un vaciamiento radical tradicional con preservación del nervio espinal más el ECM y sacrificio de la vena yugular. La resección de la vena yugular interna se puede realizar en dos circunstancias. Una es una indicación de necesidad, cuando las adenopatías se adhieren íntimamente a la vena y no se pueden separar fácilmente del ECM. Otra es una indicación de principio cuando las adenopatías se adhieren parcialmente a la vena pero provienen de tumores muy linfófilos. Con los linfáticos como satélites de las venas, la resección de la vena yugular interna está justificada desde un punto de vista oncológico, asegurando un mayor margen de seguridad. La presencia de adenopatías adheridas o intercaladas entre músculo y vena representa una contraindicación a esta técnica.

                                                        

   - Tipo III, vaciamiento manteniendo el NE, VYI y ECM. Para la literatura anglosajona este tipo de vaciamiento correspondería al Vaciamiento Funcional propuesto por Suárez. Hay autores que consideran a este vaciamiento como una entidad propia que debería incluirse en el mismo grupo que los radicales modificados.

    Estos vaciamientos se realizan técnicamente igual que un vaciamiento radical convencional, incluyendo los cinco niveles ganglionares, y con los mismos limites que la disección radical, se diferencia solamente en las estructuras que conserva. El propósito fundamental de este tipo de vaciamiento es mejorar la funcionalidad, el resultado cosmético y disminuir la morbilidad al evitar la extirpación del nervio espinal y conservar al menos un ECM o una yugular interna (en el caso de las disecciones bilaterales).

                                           

    Indicaciones.

   Siempre que se programe un vaciamiento de este tipo el primer precepto es no poner en riesgo el control de la enfermedad neoplásica.

   -  Ganglios palpables, cualquiera que sea su tamaño, siempre que sean móviles.

   -  N1, cuando la cirugía será seguida de radioterapia (ejemplo: T3 / T4 N1 Mo de cavidad oral, orofaringe o hipofaringe).

   -  Cuando el riesgo de metástasis cervicales ocultas es del 25% o superior.

   -  Cáncer diferenciado de tiroides con metástasis cervicales.

   -  En vaciamientos bilaterales se puede seleccionar para esta técnica el lado menos comprometido.