Fisiopatología de las rinitis no alérgicas.

       Clínica. 

                                                           

   Con el término de rinitis no alérgica se designa a un grupo heterogéneo de RINITIS, caracterizadas por la aparición de síntomas nasales agudos o crónicos similares a los que se manifiestan en la RA o en las infecciosas, pero en ausencia de un proceso mediado por IgE, o de un proceso infeccioso, o de anomalías estructurales o de enfermedades sistémicas. Es decir, que se trata de un grupo de rinitis que cursan con inflamación crónica de la mucosa nasal y que no están producidas ni por una causa alérgica ni por una causa infecciosa.

   Su diferencia fundamental con la RA alérgica es que fisiopatología no está relacionada con el mecanismo fundamental de mediación que produce la RA es decir con la Ig E específica, sino con un trastorno funcional del sistema autónomo que inerva la mucosa nasal.

   En el capítulo siguiente se exponen los tipos de rinitis no alérgicas que se conocen. La mayoría de ellas presentan una etiología y fisiopatología que no está del todo esclarecida, pudiendo tratarse de una afectación primaria de la mucosa nasal o secundaria a otro proceso, ya sea local o general. Se da el calificativo de crónica a una rinitis cuando clínicamente se manifiestan por lo menos media a una hora diaria durante dos o más meses a los largo de un año.

   En un mismo paciente pueden coexistir varios tipos de rinitis.

                    

           

   FISIOPATOLOGÍA GENERAL DE LAS RINITIS NO ALÉRGICAS.

   En las RA y en las infecciosas la fisiopatología de la inflamación mucosa reside en una alteración de los medios de defensa epiteliales o de la inmunidad específica, pero en este tipo de rinitis no alérgicas no se produce por ninguno de estos dos mecanismos, pudiendo afirmar que aún se está lejos de conocer en profundidad los mecanismo fisiopatológicos implicados en la mayoría de las rinitis no alérgicas ni infecciosas.

   Se acepta que en la raíz de los fenómenos inflamatorias que las acompañan se encuentra una reacción vasomotora que afecta al tejido submucoso y a las estructuras vasculares y glandulares que lo componen y que es producto de una desregulación de los mecanismos por lo que se rige la fisiología normal de esta mucosa. Esta desmesurada reacción anómala ante estímulos inespecíficos o ínfimos constituye el síndrome de hiperreactividad nasal.

   A diferencia del bien conocido síndrome de hiperreactividad bronquial, con el cual se estable alguna analogía, en el que la respuesta es de constricción de la musculatura lisa bronquial, en el síndrome nasal la respuesta esperada concierne a los senos venosos de la submucosa.

                     

   Reacción vasomotora nasal.

   La base del fenómeno rinítico es una la inflamación esencial de la mucosa nasal producida por una reacción vasomotora nasal, que se caracteriza por un edema de la mucosa nasal que puede acarrear obstrucción, rinorrea y estornudos.

   Dado que en la RA y las infecciosas se produce igualmente esta reacción vasomotora hoy tiende a abandonarse la terminología antes usada de rinitis vasomotora para denominar a las no alérgicas.

   En estas rinitis, la reacción vasomotora es la respuesta fisiológica a diferentes estímulos que van a producir la liberación de sustancias vasodilatadores. Estos estímulos pueden ser de procedencia externa o endógena (estados emocionales). Unos y otros van a producir la liberación de acetilcolina por parte de las terminaciones nerviosas de la mucosa nasal a través de un estímulo parasimpático. La acetilcolina tiene un potente efecto vasodilatador.

   El equilibrio entre el nivel de acetilcolina que se genera y el que se degrada mediante el efecto de la acetilcolinesterasa determina de forma muy importante la reacción vasomotora nasal.

   La actividad acetilcolinesterasa está muy influenciada por estímulos iónicos, los niveles de magnesio, calcio que la estimulan, y hormonales, principalmente el estrógeno que la inhibe. Así pues, situaciones que generan un elevado nivel de estrógenos circulantes, como puede ser la menstruación o el embarazo, la administración exógena mediante anticonceptivos o terapia hormonal sustitutoria o la deficiente metabolización hepática de éstos como ocurre en hepatopatías graves, pueden provocar una exacerbación de la reacción vasomotora.

   La mediación del sistema autónomo a través del hipotálamo condiciona en gran manera la respuesta parasimpática de la mucosa mediante la existencia de arcos reflejos. Estos explicarían fenómenos como la influencia de la patología pulmonar cuando aparece obstrucción nasal en los cuadros congestivos pulmonares, de los estímulos lumínicos como ocurre en la aparición de salvas de estarnudos al exponerse al sol, o de los períodos de estimulación emocional o sexual (rinitis de la luna de miel).

 

    Hiperreactividad nasal.

   Los pacientes con estos tipos de rinitis presentan una hiperrespuesta o hiperreactividad nasal que es una respuesta anormalmente exagerada de la mucosa nasal, y especialmente de los vasos nasales, a ciertos estímulos irritativos no específicos ya sean físicos, químicos o farmacológicos. Se manifiestan mediante una reacción vasomotora, produciendo, por tanto, los esperados síntomas nasales: obstrucción, rinorrea o estornudos.

 

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