- Nervio periférico.
- Núcleos cocleares.
- Vía coclear ventral o principal.
- Vía coclear dorsal.
- Vías reflejas.
Las vías auditivas o cocleares están constituidas por el conjunto de formaciones anatómicas que vehiculan desde la periferia a los órganos centrales el impulso nervioso generado por el Órgano de Corti. Se diferencian en ellas tres niveles: periférico, bulbo-protuberancial y superior. El segmento periférico está compuesto de fibras aferente, eferentes y neurovegetativas, tanto simpáticas como parasimpáticos. El nivel bulbo-protuberancial está formado por los núcleos cocleares y sus conexiones con las formaciones vecinas. El nivel superior comprende las formaciones auditivas de la región talámica y su proyección cortical.
En el momento actual el conocimiento de esta vía está basado en constataciones anatómicas y en deducciones fisiológicas que se han realizado más en animales de experimentación que en el hombre. Hoy se conoce bien la fisiología de la vía auditiva y la misión funcional de cada tramo o estructura anatómica de la misma.
NERVIO PERIFERICO.
El segmento periférico está representado por el nervio auditivo, VIII par craneal, formado por la unión anatómica de dos nervios fisiológicamente distintos: coclear y vestibular.
Impropiamente al VIII par se le denomina nervio auditivo, pero es más correcto el nombre de estatoacústico. Este nervio está formado por las primeras neuronas vestibulares y cocleares.
En su porción coclear el estatoacústico es un nervio ancho y aplastado, representando clásicamente los dos tercios antero-internos del nervio estatoacústico. Es totalmente intracraneal. Posee en torno a 40.000 fibras que nacen el órgano de Corti.
Las terminaciones nerviosas del nervio coclear transcurren por un conducto que mide 1 a 2 mm. de grosor y unos 10 mm. de longitud situado en la porción periférica de la columela, junto a la base de implantación de la lámina espiral. El conducto describe dos vueltas completas de espira, terminando en la cima del caracol donde se reúne con el canal central de la columela, en su interior aloja el ganglio de Corti en el que asienta la primera neurona.
Las fibras nacidas del ganglio de Corti, o ganglio espiral, circulan por los canales aferentes de la lámina espiral, contenidos en el espesor de la misma, penetran en el canal coclear por los forámina nervina perdiendo su mielina. A esta región de la lámina espiral se la denomina también habénula perforata, presentando unas 2.500 perforaciones óseas. Estas fibras se distribuyen por las cc ciliadas del órgano de Corti en torno al polo inferior, formando un cáliz sin penetración intracelular. La distribución de estas fibras nerviosas se efectúa según varias modalidades:
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