• El estudio audiométrico tonal liminar.
  • Conducción aérea.
  • Conducción ósea.
  • Anotación de los resultados.
  • Audiometría de alta frecuencia.

                                                                                         

                                                                                  

   EL ESTUDIO AUDIOMETRICO TONAL LIMINAR.

   Audiometría significa medición de la audición.

   Se entiende por estudio audiométrico al conjunto de exploraciones complementarias que se realizan en Audiología para el estudio de los pacientes con trastornos auditivos, que van a determinar la capacidad auditiva y van a permitir el diagnóstico y localización de los procesos patológicos de la audición.

   Los datos proporcionados por el estudio audiométrico se han de añadir a los aportados por la historia clínica, para una vez valorados todos en su conjunto poder emitir un juicio diagnóstico sin temor a error.

   El ORL ha de tener un conocimiento a fondo de las diversas técnicas y pruebas que componen este estudio y de su forma de realización, con el fin de que no se realicen erróneamente y que los datos suministrados por ellas puedan considerarse como fiables. Igualmente ha de saber interpretar perfectamente los resultados de las diferentes pruebas.

   Dentro de la amplia batería de pruebas que existe, el audiólogo ha de saber guiar este estudio en cada caso concreto hacia las pruebas más idóneas que puedan aportar datos de valor, excluyendo en cada caso las que no van a revelar nada interesante, con el fin de no prolongar el estudio perdiendo el tiempo y sometiendo al paciente a la fatiga que supone tener que realizar exploraciones inútiles.

   Por tanto, se aconseja tener establecidas unas estrategias en la exploración audiométrica.

    Dentro de esta estrategia la primera prueba y fundamental es la audiometría tonal liminar que estudiamos en este capítulo. La audiometría tonal liminar consiste en la búsqueda de los umbrales mínimos de audición por vía aérea y ósea. Consta de tres pasos: examen de la vía aérea, examen de la vía ósea y prueba de Weber. En algunos casos también la prueba de Bing.

                                

   Umbral auditivo.

   En el capítulo de introducción a este tema se explica lo que se entiende por umbral mínimo de audibilidad, que es la mínima intensidad de sonido que percibe el oído en una frecuencia determinada, es decir, el límite entre lo audible y lo no audible. La determinación del umbral de audición real de un oído es la primera finalidad de la audiometría tonal liminar, de este modo se cuantifica el nivel de agudeza auditiva.

   Ya se ha explicado como es imposible que se produzca sensación auditiva con el 0 de intensidad física. Para detectar el umbral auditivo mediante audiometría se parte de un 0 relativo establecido de antemano para poder medir la audición de una manera homogénea en todas las frecuencias. Para lograrlo se estudiaron 100 sujetos jóvenes y sanos y se estableció el umbral promedio de todos ellos en cada una de las frecuencias y así se estableció el umbral auditivo normal. Cuando una persona es hipoacúsica necesita una mayor intensidad de sonido que una persona de audición normal para poder percibir el tono de prueba. El umbral auditivo de los hipoacúsicos tiene valores de intensidad más altos, lo que se expresa como peores que el de una persona de audición normal. A la diferencia entre el umbral auditivo de los hipoacúsicos y el de los de audición normal se denomina pérdida auditiva.

   Para la audiometria tonal liminar se utiliza como estímulo un tono puro. El tono puro es el sonido más sencillo y está representado po una onda sinusoidal cíclica con dos parámetros fundamentales que son la frecuencia y la amplitud.

   Existen dos referencias actuales estandarizadas de este nivel auditivo: la americana ASA 1951 y la europea ISO 1964. Se tiende a utilizar esta última que es más exacta que la primera y que es con la que normalmente vienen calibrados los aparatos comerciales que manejamos.

                                              

    La gráfica audiométrica.

   Lo valores de los umbrales obtenidos en la exploración deben de reflejarse en un registro gráfico, o audiograma, estandarizado, en el que el 0 está en la línea horizontal situada en la parte superior y a partir de ésta las pérdidas en decibelios vienen representadas en líneas paralelas hacia abajo. En la actualidad se utiliza el gráfico americano para reflejar el audiograma. El eje de las ordenadas está dividido en decibelios (de 10 en 10) indicando la pérdida de audición, empezando por el 0 y terminando en el 110. En el eje de las abscisas se encuentran las frecuencias que percibe el oído humano desde 125 hasta 8000 Hz habitualmente.

   En el audiograma se van anotando las respuestas del paciente, uniendo luego los valores registrados mediante un trazado continuo. El umbral auditivo de las diferentes frecuencias queda representado como una curva conocida como curva audiométrica. Existe una anotación universal en la que el color rojo se utiliza para marcar los resultados del oído derecho y el color azul los del izquierdo. La unión del los diferentes puntos de umbral entre frecuencias se realiza con trazado continuo para la vía aérea y en trazo discontinuo para la vía ósea.

   En cuanto a la forma de realizar la audiometría se ha de tener en cuenta que se trata de una prueba subjetiva puesto que está influida tanto por la percepción del paciente como por las apreciaciones del explorador. El grado de subjetividad se recude tanto más cuanto más depurada sea la técnica de ejecución y mejor sea el entrenamiento de quien la realiza; por ello, en aras de la exactitud y reproductibilidad de la prueba hay que realizarla siguiento unas normas estandarizadas que reduzcan posibles variabilidades en la prueba.

                                        

                       

     CONDUCCIÓN AEREA.

   Consiste en la detección de lo umbrales auditivos mediante la presentación de estímulos sonoros por vía aérea a través del PA y el CAE.

                                         

    Colocación del paciente.

   Antes del inicio de la prueba se aconseja comprobar el estado de los instrumentos: auriculares, cables, vibrador óseo y audiómetro. El explorador puede comprobar la emisión correcta del sonido con el fin de cerciorarse que el aparato funciona correctamente.

 

 

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