Dentro del término PF se engloba la falta de movimiento facial; se denomina paresia a la parálisis incompleta. El término anglosajón palsy engloba ambos conceptos.

   La Parálisis Facial Idiopática, o parálisis de Bell es una entidad nosológica caracterizada por una PF unilateral, periférica, aguda, monosintomática y de etiología desconocida. Por definición agrupa a un conjunto de PF sin causa evidente. La afectación paralítica afecta a la motoneurona inferior del NF. Se desarrolla rápidamente y no tiene relación con otros procesos patológicos del resto del organismo. La repercusión clínica inmediata es una afectación de la mímica facial por parálisis de los músculos faciales.

    El NF es el que con mayor frecuencia sufre de parálisis de todos los nervios del organismo. De entre las aproximadamente 90 causas de PF descritas, éste tipo, la PFI,  es el más frecuente suponiendo el 75% de los casos.

   Se trata de una patología de abordaje multidisciplinario, entrando en el campo de la otología debido a que en el 90% de los casos las lesiones del NF están en el hueso temporal.

   La PF es tan antigua como el género humano. Aparece en los dibujos egipcios y en las esculturas griegas e incas. Hipócrates en el siglo I d.c. ya hace una descripción de la PF.

   En la edad media, siglo X, Avicena en su tercer libro, Canon, aporta amplios conocimientos sobre la PF describiendo sus aspectos clínicos, diagnósticos y terapéuticos.

   La PF fue denominada parálisis de Bell, en honor de Sir Charles Bell, que describió en 1811 la función motora del NF, pero no la enfermedad que lleva su nombre. Se la denominó así hasta mediados del siglo XX, cuando al irse conociendo una serie de causas  etiopatogénicas de PF, el término de Bell se reserva sólo para aquellas parálisis que son consideradas idiopáticas.

 

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