• Criocirugía.
  • Electrodisección.
  • Láser.
  • Coablation.
  • Bisturí de radiofrecuencia estandard
 
 
    Además de la disección clásica descrita por Ballenger, se han propuesto múltiples variantes técnicas de la misma, todas ellas enfocadas hacia el concepto de «cirugía mínimamente invasiva» para producir una menor hemorragia y un mejor control de dolor postoperatorio, en definitiva para reducir la mortalidad y movilidad de este proceso. La amigdalectomía indolora aún supone un reto tan deseable como utópico. La oferta de nuevas técnicas hace cada vez más difícil valorar cual es la más adecuada a cada caso, para lo que se ha de tener en cuenta estos criterios:
   -  Brevedad del acto quirúrgico: reducción de los tiempos quirúrgicos.
   -  Reducción del sangrado.
   -  Menor inflamación postquirúrgica.
   -  Reducción del dolor.
   -  Rápida recuperación de la dieta.
   -  Coste económico.
 
   Antes de exponer las diferente técnicas modernas de amigdalectomía cave comentar que la opinión científica es que el cirujano debe practicar la técnica a la que esté habituado, y que en todas las técnicas lo esencial, tanto para el control de la hemorragia intraoperatoria, como para la reducción del dolor postoperatorio, es que la disección se realice de forma muy cuidadosa. Por tanto, el factor más importante deja de ser la técnica empleada para dar mayor relevancia a la actuación y experiencia del cirujano.
 
 
   CRIOCIRUGÍA.
   El papel de la criocirugía en la historia de la amigdalectomía ha sido desalentador y fugaz.  
   Se ha utilizado aplicando sobre la superficie amigdalar freón y nitrógeno líquido con una punta criogénica.
   Su principal indicación en la década de los 60 fueron las amigdalectomías en pacientes con hemopatías, especialmente en las leucemias (anginas agranulocíticas). Su acción consiste en eliminar células y tejidos enfermos mediante la acción directa de gases muy fríos sobre la región afectada, es decir, se trata de congelar a muy baja temperatura un tejido dañado por determinada patología con el fin de destruirlo.
   También se utilizó para la cirugía de la amígdala lingual.
   El alto precio del equipo, la dificultad en el aprendizaje de la técnica y la publicación de  varias series con resultados nada alentadores hizo que la técnica esté hoy abandonada.
 
 
   ELECTRODISECCIÓN.
   También conocida como disección con electrocauterio o  amigdalectomía caliente.
   Esta excelente técnica de origen anglosajón ha sido la más usada en EEUU. Fue modificada e introducida en Europa con énfasis por M. Andrea, quien diseñó una técnica de tonsilectomía microquirúrgica con cauterio bipolar. Se puede realizar con o sin visión microscópica.
   La visión microscópica combina la ventaja hemostática de la disección con cauterio y la excelente visualización lograda cuando se realiza con el microscopio. Utiliza un microscopio quirúrgico con lente de 300 mm y una amplificación 6x,. Se realiza con pinzas de electrocauterio bipolares anguladas con extremos no perforantes. Su coste económico es razonable y el procedimiento es bastante seguro con escaso sangrado intraoperatorio.
 
   La disección con electrocauterio o bisturí eléctrico no implica una técnica muy diferente a la explicada para la amigdalectomía extracapsular por disección fría. Se puede realizar con diferentes tipos de terminal: monopolar de punta fina, punta de colorao, terminar en forma de hoja y terminal con punta hueca que aspira y coagula al mismo tiempo; bipolar en forma de pinza o tijera que confina la energía a un área mínima.
   El flujo de corriente emitido por el terminal al tejido provoca lisis celular, estimulación de cc nerviosas y musculares e hipertermia local. En particular, la corriente de alta frecuencia corta y coagula tejidos en frecuencias superiores a 300hHz. Transmitida en forma de ondas continuas produce un efecto de corte por la rápida elevación rápida de la temperatura del tejido con la rotura explosiva de las células, con un resultado de quemadura de hasta 0,1mm de profundidad. En forma de ondas discontinuas se genera un efecto de coagulación a provocar una elevación gradual de la temperatura del tejido que hace evaporar el fluido celular y la reducción del tejido, pero la lesión es superior en profundidad, y la hemostasia de vasos de hasta 2mm de diámetro ocurre por su reducción de calibre. El bisturí monopolar produce temperaturas tisulares de hasta 400-600º.
   Los estudios que hay al respecto demuestran que es una cirugía rápida y que consigue una buena hemostasia intraoperatoria. Sin embargo se relaciona con mayor dolor postoperatorio que otras técnicas como la radiofrecuencia y el láser.