• Adenectomía cervical.
  • Cervicotomía exploradora.

                                                        

     ADENECTOMIA CERVICAL.

    La biopsia cervical a cielo abierto hoy es rechazada por la mayoría de los autores, siempre que en el diagnostico diferencial se contemple la posibilidad de una neoplasia, ya que la apertura de las fascias cervicales es equivalente a la rotura de las barreras existentes para impedir la diseminación tumoral.

   Martin H escribe: nunca se deberá practicar la escisión de un nódulo agrandado como un primer paso para el diagnóstico y en el caso de que como último recurso se decida la extracción de un nódulo cervical, la operación deberá ser realizada por un cirujano que sea capaz de tratar toda la extensión cancerosa, incluyendo el cáncer primario en el caso de que éste se detecte en alguna zona del cuello o de la cabeza.

   Son muchos lo autores que se refieren a la inoportuna biopsia cervical y son varias las razones que indican la injustificación de dicha biopsia:

   -          El 80% de las adenopatías cervicales sospechosas de neoplasia se deben a un tumor de las vías aereodigestivas superiores, con lo que el procedimiento clínico a seguir será buscar el tumor primario.

   -          La biopsia dejará secuelas quirúrgicas, reacciones cicatriciales en la zona de la incisión y modificaciones de la corriente linfática que proporcionaran la diseminación de cc neoplásicas hacia territorios en los que aparecerían en condiciones normales.

   -          Porque empeora considerablemente el pronóstico al abrir las fascias cervicales y la vía linfática favoreciendo siembras celulares en los tejidos vecinos, y así, después de biopsia previa se observa un 25% menos de supervivencia a los 3 años. En efecto, después de una apertura cervical anterior el vaciamiento sólo tiene éxito en el 22% de los casos.

    Estas razones mantendrán su vigencia aún en el caso de que el tratamiento primario a aplicar sea  radioquimioterapía o radioterapia radical, ya que un porcentaje de estos casos habrán de ser recatados quirúrgicamente y la biopsia cervical previa al tratamiento, con las secuelas cicatriciales y la diseminación neoplásica consiguiente, influirá en el mismo de modo negativo sobre el pronóstico.

   La alternativa más adecuada a la biopsia cervical es la PAAF a pesar de la menor exactitud de este procedimiento histopatológico.

                                            

   Cervicotomía exploradora.

   Gueriere en 1972 para sustituir el concepto de adenectomía cervical propone el concepto de cervicotomía exploradora. Este es el método más correcto a realizar cuando es imprescindible la biopsia porque la PAAF no ha dado resultados concluyentes.

   La técnica consiste en planificar una intervención para realizar un vaciamiento cervical. Se realiza una incisión quirúrgica de abordaje cervical compatible con la técnica de vaciamiento y tras efectuar la exéresis de la adenopatía sospechosa habrá de realizarse una biopsia preoperatoria por congelación. En caso de benignidad o linfoma se concluye la intervención, mientras que de tratarse de un carcinoma, sarcoma o melanoma se realizará un vaciamiento funcional o radical, según las incitaciones precisas de la neoplasia tratada y las condiciones cervicales tras la biopsia.

   La cervicotomía exploradora se considera hoy el proceder más adecuado ante la necesidad imperiosa de una biopsia cervical en la que una de las posibilidades diagnósticas sea un cáncer de cabeza y cuello.