En la rinofaringe pueden originarse un número limitado de tumores benignos o malignos, si bien, el principal y el que más ha atraído la atención de generaciones de oncólogos, patólogos, científicos y epidemiólogos ha sido el Carcinoma de nasofaringe. Constituye una entidad diferente del resto de carcinomas de cabeza y cuello por una serie de peculiaridades que a lo largo de la exposición de este tema se van a ir estudiando.
La rinofaringe está recubierta de una mucosa constituida por tejido linfático, glándulas salivares menores y tejido conjuntivo; el componente epitelial de esta mucosa es variable, presentando diferentes tipos: respiratorio cilíndrico ciliado, pluriestratificado escamoso y uno intermedio, llamado de transición. Debido a esta diversa histología de la zona, frente a una lesión, existen múltiples diagnósticos diferenciales.
Estos tumores son poco frecuentes, representan el 0´25 de las neoplasias en occidente, estando su naturaleza relacionada con los diversos epitelios que podemos encontrar en esta localización. Así, pueden aparecer lesiones derivadas del epitelio escamoso queratinizante o no queratinizante, glandular o linfoideo.
Presentan tendencia a diseminarse en los ganglios regionales y a distancia de forma precoz. Su localización hace prácticamente imposible una cirugía curativa, sin embargo el CNF es muy sensible a la RT y QT, por lo que deberá de tratarse con intención curativa.
La delimitación de los CNF ha sido a lo largo de las últimas décadas una cuestión bastante confusa para muchos patólogos, y no hay probablemente otro grupo de tumores del aparato respiratorio sobre el que exista en la literatura menos acuerdos a la hora de buscar una clasificación anatomopatológica correcta y adecuada. Poniendo orden en este asunto, en la actualidad, se clasifican estos tumores de acuerdo a los parámetros propuestos por la OMS. La clasificación de la OMS de estos tumores reconocida en el momento actual data de 1991, y es la que vamos a seguir en nuestra exposición.
Como ocurre en el resto de los órganos, los tumores de la nasofaringe pueden ser malignos y benignos.
CARCINOMAS DE NASOFARINGE.
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Carcinoma de nasofaringe: la clasificación de la OMS diferencia tres tipos histológicos:
- Carcinoma no queratinizante. Este a su vez puede ser diferenciado y no diferenciado. El linfoepitelioma se considera como una variante del indiferenciado.
- Carcinoma de células escamosas queratinizante.
- Carcinoma escamoso de células basales.
- Adenocarcinoma papilar de nasofaringe.
- Carcinoma tipo glándula salivar.