• Concepto.

  • Epidemiología.

  • Flora amigdalar habitual.

  • Flora patógena amigdalar.

  • Histología.

  • Fisiopatología.

  • Clínica.

  • Exploración.

  • Pruebas complementarias.

  • Diagnóstico diferencial.

  • Complicaciones.

  • Tratamiento.

   La amigdalitis crónica es uno de los motivos más frecuentes de consulta, tanto en atención primaria como en ORL. El principal problema que plantea es lograr un tratamiento realmente eficaz, objetivo difícil de lograr con el uso de fármacos. Esto se debe a su origen polimicrobiano; los microorganismos que la causan son heterogéneos e incluyen aerobios, anaerobios grampositivos y gramnegativos. Algunos factores propios del huésped y de la estructura amigdalina resultan determinantes en la aparición de las recurrencias.

   El carácter patológico de la AC no es siempre evidente y fácil de reconocer, sobre todo cuando se producen en pacientes ansiosos, siendo en tal caso difícil de diferenciarla de las parestesias faríngeas crónicas.

 

   CONCEPTO.

   Cómo tal concepto, la AC ha variado a lo largo de los últimos años, desde atribuir a las amígdalas el papel de foco séptico en varias patologías infecciosas generales, hasta negar la existencia de la patología crónica amigdalar como tal.

   Es difícil encontrar una definición clara del cuadro que debe considerarse como amigdalitis crónica. Se puede definir como un estado inflamatorio permanente o recidivante de las amígdalas, caracterizado por la presencia de retenciones caseosas intracriptas o quísticas. Es pues una patología de las criptas amigdalinas. Por lo general, se han de considerar dos aspectos: número de episodios infecciosos y modificaciones permanentes en la estructura de la amígdala.

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