• Instrumentación psicoacústica.
  • Cabina audiométrica.
  • El audiómetro.
  • Condiciones para la audiometría verbal.
 
   INSTRUMENTACIÓN PSICOACÚSTICA.
   La acumetría con el diapasón quedó en un segundo plano a partir de que en 1876 Bell inventase el teléfono. Hartmann ideó en 1876 el primer dispositivo con corriente eléctrica, y Bunch y Dean 1919 lo aplicaron a la bobina de inducción. La aparición de estos recursos electroacústicos permitieron la creación del audiómetro, siendo el primer audiómetro comercial obra de la marca Western Electric en 1922.
   El desarrollo de aparatos electrónicos para la producción de señal, control y medición dio lugar al audiómetro, instrumento con el que las mediciones auditivas recibieron un gran impulso. De la grandísima gamma de aparatos electrónicos aparecidos, la Audiología se ha aprovechado de los generadores electrónicos de formas de ondas, amplificadores, micrófonos, auriculares, contadores, osciloscopios, etc., que han sido y continúan siendo utilizados para obtener información acerca del aparato auditivo.
   Al conjunto de instrumentos electrónicos disponibles para la investigación audiológica se les conoce también como instrumentos psicoacústicos.
   Los instrumentos psicoacústicos deben de guardar los principios esenciales que se requieren en el campo de la instrumentación y que no vamos ha exponer aquí. Del cumplimiento de estos principios depende la precisión de los instrumentos. Pero como tales instrumentos, pueden aparecer en ellos errores debidos a causas intrínsecas del propio instrumento (diseño, construcción, calidad, etc.), o bien al usuario que utiliza inadecuadamente estos instrumentos.
   Los instrumentos psicoacústicos están compuestos fundamentalmente por un audiosistema, al que se añaden además instrumentos accesorios que controlan el funcionamiento del audiosistema y registran las repuestas de los sujetos explorados.
   Un audiosistema está compuesto por una serie de instrumentos a través de los cuales una señal pasa de la fuente a la carga acondicionada para proporcionar las características específicas al sistema global.
    Los instrumentos que pueden formar parte de un equipo de audiosistema son estos:
   -  Fuente de sonido. Generador electrónico de formas de ondas.
   -  Traductores o transductores eletroacústicos: micrófonos, altavoces y auriculares.
   -  Aparatos de control de señal: amplificadores, atenuadores, mezcladores, separadores, filtros de ondas, conmutadores electrónicos y cronometradores.
   - Aparatos monitores: osciloscopios, plotters X-Y, contadores electrónicos, analizadores de sonido y telemetría.
   -   Cintas magnetofónicas.
   Computadores.
  
 
     CABINA AUDIOMÉTRICA.
   La influencia del ruido ambiental sobre una curva audiométrica de umbrales puede ser considerable. En una habitación aparentemente silenciosa se puede detectar un ruido de fondo de 30 a 50 dB por encima del umbral, lo que puede perturbar la respuesta del sujeto. Se calcula que un ruido ambiente de 20 dB puede suponer unas diferencias de 5 a 20 dB en los umbrales detectados en pacientes normoyentes, afectando especialmente a las frecuencias graves. Esto es debido a que esta atmósfera sonora crea un efecto de máscara que varia según su intensidad, según las frecuencias y según el tipo de sordera. Hay una opinión errónea de que se puede realizar bien una audiometría en ambiente ruidoso cuando el ruido ambiental sea conocido y constante. Sólo en los grandes sordos, el ruido ambiente es insuficiente para perturbar su umbral.
   Para paliar el inconveniente que supone el ruido ambiental, las exploraciones audiométricas han de ser realizadas en cabinas audiométricas insonorizadas que permiten realizar las audiometrías en un ambiente sonoro adecuado. Son imprescindible si se desea hallar el umbral audiológico real de una persona. El aislamiento que supone la cabina, además de impedir el enmascaramiento que supone el ruido ambiente, ayuda al paciente a concentrarse en la prueba, evitando distracciones durante las pruebas audiométricas.
   Las cabinas pueden estar realizadas a medida o prefabricadas. Constan de paredes de doble cámara, e interiormente están recubiertas de material absorbente de sonido que impida la reverberación de las ondas sonoras. Su puerta de acceso tiene cierre hermético. Dispondrán de iluminación y ventilación. Se aconseja que las cabinas prefabricadas estén bien ubicadas, evitando zonas ruidosas y no han de estar adosadas a paredes que puedan hacer de medio transmisor de ruidos.
La cabina ha de disponer de una ventana mediante la cual el explorador, que se coloca fuera de la cabina, puede observar al sujeto a testar. Igualmente ha de disponer de un sistema microfónico por el que testador y testado se puedan comunicar.
    
   En el mercado existen numerosos modelos de cabinas prefabricadas de tamaño y calidad diferente con más o menos atenuación al sonido y más o menos confort.
 
   AUDIÓMETRO.
   El audiómetro es el aparato electroacústico diseñado para medir la audición, por lo que a la audiometría se la puede poner el calificativo de radioeléctrica. Está básicamente formado por un audiosistema con estos componentes:
   ▪ Un oscilador o generador de tonos, que permite la generación eléctrica de frecuencias que pueden ser variadas a voluntad del explorador. Debe cubrir desde la frecuencia 125 Hz hasta la 8000 Hz.
   ▪ Amplificador, que aumenta o disminuye la intensidad del tono mediante un potenciómetro o control de volumen, calibrado en decibelios, que permite variar la intensidad de cada frecuencia generada por el oscilador. Estará graduado de 5 en 5 dB y su intensidad deberá ir desde 0 dB hasta poder alcanzar como mínimo los 100 dB. La escala de intensidad de los audiómetros actuales está hecha de manera que, para cada frecuencia la intensidad 0 dB corresponde al valor del umbral de audibilidad mínima del sujeto normoyente, de tal manera que la inscripción del umbral en el audiograma se haga directamente sin necesidad de ningún cálculo previo. Puede tener una escala graduada para vía aérea y otra para ósea.
   ▪ Emisores de sonido, que transforman las oscilaciones eléctricas en oscilaciones sonoras. Como emisores de sonido en audiometría se utilizan auriculares, vibrador óseo y altavoces.
   ▪ Los auriculares han de estar provistos de orejeras aislantes de caucho.
   ▪ Para la exploración de la conducción ósea se utiliza como emisor de sonido un vibrador electromecánico. En un principio se utilizaron unos vibradores bastante pesados e incómodos que el mismo paciente sostenía con la mano apoyándolo contra el cráneo. Hoy se utiliza un vibrador de audífono, más moderno, relativamente pequeño, de peso ligero y permanece en su posición desde que es fijado al cráneo mediante un fleje. Los vibradores de audífono tienen algunas ventajas pero también muchas deficiencias como aparato para examinar la audición con respecto a los electromecánicos. Las recomendaciones propuestas por la ISO para vibradores óseos sugieren una punta vibradora en un área circular plana de 1´75 cm².
   La calidad de estos elementos influye mucho en el resultado del audiograma y de hecho, si se analizan diversos tipos de auriculares, no tienen todos una curva de respuesta perfecta. Las diferencias de calidad son aún más manifiestas en lo que respecta a los vibradores.
   ▪ Interruptor, para interrumpir a voluntad las salidas de la señal acústica y un selector de las mismas para poder enviar el sonido a una u otra vía (aérea y ósea).
   ▪ Generador para ruido enmascarante. Puede incluso disponer de varios generadores de diversos tipos de ruido.
 
   Un audiómetro clínico ha de constar de dos canales que funcionen independientemente. El disponer de un sólo canal no permite realizar un enmascaramiento adecuado, por lo que los audiómetros de un solo canal son poco útiles en el gabinete audiológico.
   Cada elemento del audiómetro y el audiómetro en su conjunto, deben de responder a las normas definidas por el ISO:
   - En lo concerniente a la pureza del sonido, la distorsión admitida debe de ser inferior a más o menos 5%. La distorsión armónica debe ser inferior al 5% para todas las frecuencias y todos los niveles.
   - Las frecuencias necesarias van de 125 a 8000, octava por octava.
   - Por lo que concierne a la intensidad, los descartes posibles son mas menos del 2%, con un margen máximo admitido de 1 dB por 5 dB de pérdida auditiva. El audiómetro debe de estar reglado de 5 en 5 dB. Está recomendado que la dinámica mínima esté situada para las frecuencias medianas entre –10 dB y +100 dB par ala vía aérea y –10 dB y +70 dB para la vía ósea.
 
   El audiómetro es un instrumento muy sensible y que exige un trato cuidadoso. Debe de estar protegido contra golpes y debe de evitarse su uso violento. Precisa de un control. Primero en el momento de la fabricación, mediante una medición electroacústica, u oído artificial, y mediante un control fisiológico del 0 relativo. Después, con el uso puede variar su regulación, por lo que es indispensable verificar su control cada cierto tiempo. Este control puede efectuarse de manera científica en un laboratorio con oído artificial, o bien de manera menos científica, pero suficiente, en el plano práctico. El explorador toma las curvas de los umbrales de audición de algunos sujetos normales de 15 a 20 años, hace una curva media y establece un coeficiente de corrección para cada frecuencia, correspondiendo a la ganancia o pérdida de esta curva media en relación a la curva 0 de su aparato. Es aconsejable realizar este método cada vez que se sospeche un desplazamiento en algunas frecuencias y a título de verificación sistemática, varias veces por año.
   Se aconseja no apoyar nunca los auriculares con el orificio hacia abajo, sobre una mesa o algo similar, pues esto puede provocar un daño de la membrana que hay dentro del auricular. Los cables entre el audiómetro y el auricular no deben nunca estar doblados o enredados.
   Es necesario conocer que los audiómetros comerciales no pueden sobrepasar cierta intensidad, tanto para vía aérea como ósea, dependiendo de cada frecuencia. La ausencia de umbral para una o varias frecuencias puede significar que la audición ha desaparecido completamente, o que quedan restos auditivos pero el umbral está situado más allá de las posibilidades del audiómetro.
   Las posibilidades para la emisión mediante vibrador son inferiores a las de los auriculares, de manera que en el caso de una sordera grave se podrá obtener una curva aérea, mientras que la curva ósea está ya amputada, debido a que el umbral está más allá de las posibilidades del audiómetro para la vía ósea.
 
   Calibración del audiómetro.
   La calibración del audiómetro se ha de realizar periódicamente. Es un proceso de alta precisión y se realiza utilizando un calibrador acústico específico para audiómetros.
   La calibración de un audiómetro implica varias mediciones y ajustes:
   - Nivel de presión sonora (dB SPL) a las frecuencias estándar mencionadas.
   - Control de distorsión armónica.
   - Verificación de la linealidad del audiómetro en diferentes niveles de intensidad.
   - Chequeo de la precisión en la frecuencia generada por el audiómetro.
    Los audiómetros se calibran siguiendo principalmente las normas ISO 8253-1 para garantizar mediciones precisas del umbral auditivo, también pueden utilizarse las normativas ANSI S3.6 y IEC 60645-1 en función del contexto y la ubicación geográfica.
   La frecuencia con la que se debe calibrar un audiómetro depende de varios factores, incluidos los estándares normativos, el uso del equipo y las recomendaciones del fabricante. Sin embargo, en general, las siguientes son pautas comunes: la frecuencia del uso, la recomendación del fabricante, en cuanto se ven fallos en las mediciones o tras reparaciones técnicas.
 
 
   AUDIOMETRIA VOCAL.
   La audiometría vocal requiere unas condiciones materiales un poco diferentes. No puede existir audiometría vocal fiable sin cabina de silencio.
   Existen dos formas materiales de realizarla según que el estímulo vocal esté registrado o no.
   - Audiometría vocal registrada: los sonidos test están preparados en una cinta magnética o CD. La señal eléctrica correspondiente puede estar derivada al amplificador de un audiómetro ordinario. El paciente debe de ser colocado en la cabina para que no le perturbe el ruido ambiente, y el audiómetro y registro han de colocarse en el exterior.
   - Audiometría vocal directa: el explorador emite directamente a través de un micrófono él mismo los sonidos estímulo. Mediante un volúmetro va regulando la intensidad de su voz, de tal manera que si sigue bien las indicaciones del potenciómetro en lo que concierne a la intensidad de salida, el estímulo vocal será groseramente válido. Para esta exploración lo más aconsejable es realizarla en una doble cabina insonorizada, estando ambas estancias intercomunicadas telefónicamente, colocándose el explorador en una y el paciente en la otra.
   Bien se trate de un sistema o del otro, el paciente puede recibir el estimulo vocal en campo libre bilateralmente mediante altavoces. o mediante auriculares uni o bilateralmente.
   El conjunto amplificador+altavoz+auricular debe de responder a ciertos criterios indispensables para la calidad de las pruebas. El umbral de inteligibilidad de las palabras bisilábicas para un sujeto normal puede situarse a un nivel de reproducción del orden de 20 dB por encima de 2 x 10-5: número de criterio pascal. Este valor medio de 20 dB está admitido como umbral vocal normal en audición biaural.