La evolución de la otosclerosis es progresiva, con lentitud e irregularidad, siendo un tanto impredecible. No se han observado remisiones. Su control evolutivo se realiza mediante la audiometría.

                                       

   Formas evolutivas.

   La forma clínica típica, estapedio-vestibular, tiene una evolución progresiva pero irregular, no lineal. Presenta una primera fase de comienzo con una hipoacusia de transmisión de 20 a 40 dB. En un segundo estadio la hipoacusia va haciéndose mixta con un umbral de vía aérea entre 40-60 dB y de vía ósea 20-30 dB. En un tercer período final la hipoacusia presenta un gran componente neurosensorial, evolucionando hacia una sordera neurosensorial coclear casi pura.

   A veces se observa una evolución por crisis, que en la mujer pueden venir determinadas por los episodios de su vida genital, embarazos, tratamientos estrogénicos, o por obesidad, sin que, como ya se ha expuesto, hayan sido del todo constatados estos hechos.

    En las formas juveniles se ha demostrado estadísticamente que son más frecuentes las formas de evolución rápida hacia la laberintización. Por el contrario, las formas de aparición en edad avanzada tienen una evolución progresiva más lenta.

 

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