• Parálisis faciales postraumáticas intracraneales.
  • Parálisis faciales postraumáticas extracraneales.
  • Paralisis faciales causadas por otros traumatismos.
 
   Este capítulo se refiere a las PF traumáticas producidas por la acción indirecta del agente traumatizante, es el caso de los TCE que cursan con fractura del peñasco. En los TCE cada vez se realiza el tratamiento de forma más precoz y eficaz lo que ha hecho que la gran mayoría de estos pacientes sobrevivan al accidente. Este aumento de la supervivencia tras un TCE explica a su vez el aumento de la frecuencia de pacientes postraumáticos que pueden presentar lesiones del NF, sobre todo cuando el TCE conlleva una fractura del hueso temporal. En algunos casos el tratamiento de la lesion del NF será solamente médico pero en un procentaje importante se requiere la cirugia para paliar la lesión.
 
 
INTRACRANEALES.
   Entre un 2 y un 3% de los TCE cursan con lesión del NF, considerándose, salvo raras excepciones, producidas como consecuencia de las fracturas del hueso temporal. Ver capítulo 22.08.
   En las fracturas del peñasco la participación facial se eleva al 40% en las fracturas trasversales y al 20% en las longitudinales. Recordar que el 80-90% son fracturas longitudinales y el 10% transversales.
   
   Mecanismo etiopatogénico.
   Pueden producirse como consecuencia de las fracturas longitudinales, oblicuas y transversales del peñasco.
   Las fracturas longitudinales presentan un trazo de fractura que desde la bóveda craneal pasa a ai piso de la fosa media, corriendo por las zonas de menor resistencia: el tegmen timpani y el hiatus de Falopio. En estos casos, además de una lesión compresiva dei facial (por edema dei mismo o por esquirlas óseas), hay un compromiso de la irrigación sanguínea a nivel dei ganglio geniculado. A través dei hiatus facial penetra la arteria petrosa, rama de la meningea media y forma parte importante dei plexo arterial que irriga ai nervio facial dentro dei canal. Esta rama se interrumpe en estas fracturas, produciendo isquemia dei ganglio geniculado. Por tanto cuando se produce PF en las longitudinales, en la mayoría de los casos la lesion del facial se produce a nivel del ganglio geniculado (80-90% de los casos) o inmediatamente distal a él en la 2.ª porción del Falopio. Respetan casi siempre la función cócleo-vestibular.
   Cuando se produce PF en fracturas transversales la porción más frecuentemente afectada es a nivel del CAI, a nivel del segmento laberíntico, es decir, a nivel del ganglio geniculado, siendo menos frecuentes en la parte inicial del segmento timpánico. No es infrecuente que la lesión del facial, generalmente sección, sea doble en los segmentos laberíntico y timpánico. A veces puede tratarse de fracturas y PF bilaterales.